LOS
ÁNGELES, California.- Los millones de dólares en efectivo obtenidos por
los cárteles mexicanos por la venta de droga en Estados Unidos
encuentran su camino a los bolsillos de los narcos a través de un
sofisticado sistema de blanqueo de capitales conocido como BMPE o Black
Market Peso Exchange (mercado negro del cambio de pesos), y heredado de
los traficantes colombianos que lo usaban ya en la década de 1980.
El
método es bien conocido por las autoridades, pero complejo de rastrear, e
implica que esos grupos criminales negocien a la baja la conversión de
sus dólares a pesos a cambio de que un intermediario, que es la clave de
la operación, se lucre en la transacción.
Los
narcos asumen la pérdida pero se aseguran que los billetes verdes
obtenidos de forma ilegítima y que se les acumulan, pueden llegan a
México como pesos, con los que poder costear sus operaciones y mantener
el negocio. Esto ocurre incluso en momentos como los actuales, en los
que el devaluado peso mexicano ha caído en los últimos 5 años más de un
50 por ciento hasta cambiarse ahora a 18 pesos por 1 dólar.
El ciclo
de "lavado" a través del BMPE lo explica la Asociación de Especialistas
Certificados en Delitos Financieros (ACFCS) de la siguiente forma:
Un narco
mexicano que tiene en Estados Unidos bastantes dólares adquiridos por
la venta de droga contacta a un intermediario quien suele ser un
operador de casas de cambio de moneda y con el que acuerdan una
conversión de dólar a peso muy por debajo del precio de mercado.
Este
bróker, a su vez, conecta con algún negocio en México que necesite
dólares para pagar los productos que adquieren en Estados Unidos y les
ofrece gestionar la adquisición.
Una vez
que la mercancía es enviada a México y vendida, los comerciantes pagan
al intermediario el costo de los productos a un tipo de cambio que es
favorable en comparación con la cotización interbancaria.
El
traficante de drogas recibe su dinero en pesos para completar así el
ciclo del blanqueo de dinero, mientras que el intermediario se lleva su
respectiva comisión.
Este
esquema de “lavado de dinero” empezó a ser utilizado desde la década de
los 80 por los cárteles colombianos para que el dinero producto de la
venta de cocaína en Estados Unidos no fuera detectado y llegara a manos
de los narcos de Cali y Medellín.
Los
colombianos lo hicieron principalmente a través de compañías
cafetaleras, mientras que los cárteles mexicanos utilizan todo tipo de
negocios.
Un
reporte del Senado de Estados Unidos estimó en $1.6 billones de dólares
la cantidad que en 2009 blanquearon organizaciones criminales,
principalmente del narcotráfico.
El dinero que corre por “Los Callejones”
Uno de
los giros comerciales que le han detectado al Cártel de Sinaloa al
utilizar este esquema de “lavado de dinero” son tiendas de ropa que
adquieren la mercancía en el Distrito de la Moda de Los Ángeles, un
sector comercial conocido como “Los Callejones”.
En
septiembre de 2014 las autoridades estadounidenses decomisaron 35
millones de dólares en efectivo ligado al narco y que fue encontrado en
dos mansiones, una en Beverly Hills y otra en Bel Air, el cual estaría
por ser blanqueado a través del BMPE.
"Los
Ángeles se ha convertido en el epicentro del lavado de narcodólares, a
donde llegan emisarios con maletas llenas de efectivo para muchas
empresas", declaró en ese entonces Robert Dugdale, fiscal federal
asignado a Los Ángeles.
La
dineral fue vinculado al Cártel de Sinaloa que a través de tiendas de
ropa y casas de cambio en Culiacán blanqueban el dinero. Entre las
empresas identificadas por el gobierno estadounidense que operaban desde
México está María Ferré, una empresa especializada en ropa para mujer
de talla grande y de maternidad.
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