"Son amantes de la buena vida, los autos lujosos, las armas y el
poder. Y para conseguirlo están dispuestas a prácticamente todo. Son
conocidas en el mundo del narcotráfico como 'las buchonas'", así
comienza el video reportaje de Tifanny Roberts, que entrevistó a seis de
estas mujeres que pidieron el anonimato, pero que no se taparon el
rostro para posar en cámara.
En el mundo del narco las mujeres son como un trofeo que a los
hombres les gusta mostrar, dice el reportaje publicado en el portal web
de Univision.
Y a ellas les gustan "los hombres malos". Son
mujeres con cuerpos torneados, curvas pronunciadas y rostros comunes.
Una de las características principales de la cultura narcotráfico, han
sido las mujeres bellas y exuberantes. Grandes senos, nalgas abultadas y
cintura reducidas. Pelo lacio bien cuidado y planchado. Labios con
colágeno y cejas delineadas. Vestimenta extravagante.
A este tipo
de mujeres, se les denomina de forma coloquial como "Buchonas", parejas
de narcotraficantes que se exponen a número elevado de cirugías
estéticas para mejorar su aspecto físico, buscando la perfección. Son
parte de un nuevo estrato social en el que se mimetizan conviviendo con
los criminales.
En Sinaloa el término es popular y hace referencia a las palomas de gran tamaño y peso considerable, que tienen un saco o bolsa en el buche que, al inflarse, impresiona a las demás aves. El Diccionario de la Lengua Española define así el vocablo buchón: "Dicho del palomo o paloma domésticos: Que se distinguen por la propiedad de inflar el buche desmesuradamente".
"Se
someten a un peligroso ambiente de seducción, la puerta a un mundo de
supuesto bienestar", se escucha en un video reportaje de la televisora
estadounidense Univision, que entrevistó a varias jóvenes que han sido
parejas de criminales.
Al ser sus novias, amantes o esposas, estas
mujeres disfrutan del dinero ilegal que obtiene un narcotraficante. Por
ello es común verlas posar en las redes sociales con ropa y accesorios
de diseñador, automóviles de lujo o viajando a diversas partes del
mundo, sin remordimiento alguno.
También se les puede observar
posando en fotografías con fajos de dólares, ostentosas joyas y armas,
ya sea cortas o largas, de alto calibre. Ranchos, caballos, casas, todo
lo que el dinero del tráfico ilícito de drogas pueda comprar.
Son
las buchonas, les gusta la fiesta y gastan dinero a manos llenas en
establecimientos en los que se divierten al ritmo de los narcocorridos o
la música de bandas gruperas.
Estas mujeres son en muchas
ocasiones el blanco de los ataques y de las venganzas de rivales de su
pareja. Así, muchas de estas jóvenes superan la pobreza en la que
nacieron, tal como se puede ver en los videos compartidos por Univision.
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