Ciudad de México.- La angustia y el miedo se apoderaron de los 179
pasajeros y la tripulación del vuelo 714 de la aerolínea Volaris,
la mañana de ayer, esto al presentarse una emergencia cuando un hombre, que al parecer sufre una enfermedad mental, gritó que en el interior de la aeronave había una ‘bomba’.
la mañana de ayer, esto al presentarse una emergencia cuando un hombre, que al parecer sufre una enfermedad mental, gritó que en el interior de la aeronave había una ‘bomba’.
Esto motivó que se trasladara la aeronave a una zona de seguridad,
pero tras una revisión exhaustiva, las autoridades revelaron que todo
fue una “falsa alarma”.
Autoridades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
(AICM), solamente confirmaron que se presentó una amenaza de bomba en
los momentos en que la aeronave se encontraba a punto de despegar con
rumbo a Cancún, y que por tal motivo fueron activados los protocolos de
seguridad.
Para lograrse esto, se ordenó al piloto que se dirigiera a la zona de
seguridad del AICM, sitio en el que fueron bajados los pasajeros,
siendo primeramente las mujeres, niños y personas de la tercera edad, a
quienes se les solicitó que abordaran unos camiones para ser alejados de
ese punto del aeropuerto capitalino, que se encontraba debidamente
asegurado.
Minutos más tarde, elementos de la Policía Federal acompañados de
perros adiestrados para detectar cualquier tipo de explosivos,
procedieron a llevar a cabo la revisión en el interior de la aeronave,
así como en el lugar donde son colocados los equipajes, y tras varios
minutos de hacer el recorrido, se dio aviso que “se trataba de una
broma”, pues no había tal artefacto explosivo.
Y es que a decir de los pasajeros, el sujeto que gritó a bordo del
avión que había una bomba, no se encontraba en sus cinco sentidos, mismo
que segundos después de haber emitido la “alerta”, abrió una de las
puertas, se paseó sobre una de las alas, y luego brincó a la pista en
donde fue detenido.
Pasado el susto, los pasajeros que debieron descender del vuelo 714,
finalmente continuaron hacia su destino, como son las paradisiacas
playas de Cancún, pero quedándose con esa anécdota sobre la falsa
existencia de una bomba en el avión que inicialmente habían abordado.
El sujeto que ocasionó la alerta, identificado como Ernesto Escobar
Bueno, de 20 años de edad, fue puesto a disposición de la Procuraduría
General de la República (PGR). De acuerdo con informes de la Comisión
Nacional de Seguridad (CNS) Escobar Bueno sufre una enfermedad mental
que lo llevó a permanecer internado 40 días en el hospital Psiquiátrico
de Tlalpan en la Ciudad de México.
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